La Sala Experimental El Ring apuesta TODOS LOS DOMINGOS por la tarde, por volver a sentir como era el CINE en SUPER 8.
las mejores peliculas de todos los tiempos. Desde el cine mudo acompañado por un PIANISTA EN DIRECTO, hasta las míticas producciones de cine sonoro de todos los tiempos.
Para hoy y para ayer ...como antaño.
Y después FORUM, una breve presentación y un coloquio-forum, para los que lo deseen, tambien al final de la sala, aunque la de este domingo no sea de romanos, los asistentes podrán disfrutar de una ultima fila de butacas lo mas oscura posible.
Este Domingo
EL LADRON DE BICICLETAS
de VITTORIO DE SICA
Octavo largometraje de De Sica y una de sus obras más emblemáticas. Se estrena el 24-XI-1948 (Italia). La narración está hecha con ánimo más documental y testimonial que reivindicativo.
La historia es sencilla, simple, casi minimalista, pero directa, conmovedora e intensa. Los intérpretes son actores no profesionales, que aportan verismo y naturalidad. Los personajes son seres corrientes, normales, del montón. No se emplean decorados artificiales: se rueda lo que hay según se ve, sin artificios, ni adornos. El guión elabora unos diálogos que reflejan el modo de hablar de las personas sencillas. Desarrolla una progresión dramática creíble y convincente, que se focaliza en la desesperación individual. La autenticidad y realismo que animan al film son posiblemente las causas por las que éste conserva su frescura y su fuerza.
En un segundo nivel narrativo, se explican las relaciones padre/hijo, puestas a prueba en la empresa de buscar la bicicleta sustraída. La dinámica de los hechos hace que las actitudes de ambos evolucionan, maduren y se transformen. La figura de Bruno (Staiola), de 6 años, listo, tierno y afectuoso, compone uno de los personajes infantiles más atractivos del cine. La obra incorpora momentos de emotividad chaplinesca: la comida de niño rico y del pobre en el restaurante, la ternura de Bruno evoca la de “El chico” (Chaplin, 1920) y el emocionante plano final.
La cinta plantea cuestiones intemporales, de interés actual, como el trabajo por cuenta ajena de menores (Bruno en la gasolinera como recadero), la escolarización no obligatoria, los desastres perdurables de la guerra, las deficiencias de la Administración y de las Instituciones públicas, el derecho al trabajo, el drama del paro de larga duración, la insuficiencia de los servicios público (transporte, seguridad, policía…), etc. Junto con ”El limpiabotas“ (1946), “Milagro en Milán” (1950) y “Umberto D.” (1952), el film compone la tetralogía que De Sica y Zavattini dedican a la realidad italiana (por extensión europea) de la posguerra Sergio Leone debuta como auxiliar de dirección y extra (capellán día de lluvia). La bicicleta tenía en la Italia de 1948 resonancias de libertad singulares, dada la prohibición de su uso durante los años de la ocupación alemana. El film es homenajeado por Woody Allen en “Broadway Danny Rose” (1984).
La música, de Alessandro Cicognini (“El limpiabotas”) compone una partitura melancólica, de cuerda y viento, con melodía a cargo del clarinete. Añade una alegre canción popular con guitarra y mandolina. La fotografía, de Carlo Montuori, en B/N, elabora imágenes rigurosas, realistas y de admirable sencillez clásica. Hace uso frecuente de perspectivas panorámicas y encuadres generales. Obra mítica de la historia del cine.