Domingo, 16 de Octubre a las 18:30 hs.

Solo ante el peligro

(CINE EN SUPER 8)


Si hay un título mítico dentro del género de western es ‘Solo ante el peligro’ (‘High Noon’). Y no sólo porque se convirtiera en una película de éxito inmediato, con varios premios Oscar y con una fama acumulada a lo largo del tiempo, sino porque su excelente factura y sus ingredientes, suponen la esencia misma del género. Aunque, también es cierto, que la obra de Fred Zinnemann es de puro suspense usando el escenario y los personajes habituales del oeste.

Zinnemann alcanzó con este título y su siguiente obra ‘De aquí a la eternidad’ su cenit, y demostró su sobrado talento y su enorme capacidad para manejar el tiempo en la narración. Junto a su brillante dirección, hay que destacar de forma sobresaliente a su protagonista, un Gary Cooper crepuscular y colosal, así como un montaje perfecto (obra de Elmo Williams) acompañado de la inconfudible música de Dimitri Tiomkin. Todo ello bajo la producción del avispado Stanley Kramer.

También es cierto que ayudó enormemente al éxito en su época el tema principal de la banda sonora, interpretado por el cantante y actor Tex Ritter, que alcanzó enorme popularidad. Y aunque en la actualidad estemos acostumbrados a que una canción ayude a la promoción de una película, en aquellos tiempos no era lo habitual. Sobresaliente se puede calificar del trabajo de Gary Cooper, que recuperó su aletargada fama y prestigio para convertirse en el sheriff Will Kane, uno de los más famosos para la posteridad del cine del oeste.

Además de sus valores puramente cinematográficos, este título es emblemático porque ayudó sobremanera a estimular el género, alcanzando la cumbre del western psicológico, que naciera con ‘La diligencia’.

No debe ser fácil escribir, filmar y editar una película en tiempo real. Quiero decir: una película de una hora y media que cuenta una historia que ocurre en una hora y media. Debe haber unas cuatro o cinco en la historia del cine, pero ahora, en este momento, recuerdo muy bien dos. Una película del infravalorado John Badham, Nick of time, que le da una hora a un tipo común y corriente para asesinar a una candidata política. Y esta, High Noon, conocida como Sólo ante el peligro o A la hora señalada, en la que un sheriff honorable, Will Kane (Gary Cooper), trata de conseguir ayuda, durante un poco más de una hora, para enfrentar a un criminal que se dirige al pueblo en donde vive. Y en donde, ese mismo día, acaba de casarse con la señorita Amy Fowler (Grace Kelly) en una ceremonia breve, discreta, feliz, antes de emprender un incierto viaje de luna de miel.

Se dice que High Noon, dirigida por Fred Zinnemann (autor de clásicos como De aquí a la eternidad y A man for all seasons), ha sido una de las películas más proyectadas en la sala privada de la Casa Blanca. Se dice, también, que en tiempos del Comité de actividades antiamericanas (un grupo formado por la Cámara de representantes para descubrir supuestas organizaciones de izquierda), en tiempos de la lista negra de Hollywood (desde la mitad de los cuarenta hasta la mitad de los cincuenta), se convirtió en una crítica a la horrenda cacería de brujas que dejó familias destrozadas, un símbolo de la lucha por la libertad en el país que en teoría la defiende a ultranza. Era 1952. Y la paranoia rondaba todos los estudios de Hollywood.

La película, acusada por algunos de antipatriota (y entre esos algunos valdría la pena recordar a John Wayne), ganó 4 de los 7 premios Óscar para los que se encontraba nominada. Entre estos, uno para Gary Cooper. Recibió, en Estados Unidos, unos 8 premios más, incluídos 4 Globos de Oro y el reconocimiento de los críticos de Nueva York como la mejor producción del año. Prueba de que Hollywood, muy en el fondo, en la puerta de atrás del inconsciente, sabía que había cometido un error al entregar a los escritores que supuestamente eran comunistas. Prueba, también, de que la calidad de la película, más allá de sus interpretaciones, resultaba innegable.